EL HOMBRE CONSCIENTE
La gran pregunta seria, el hombre es consciente, se hace, o
lo hacen consciente.
Según Gary John el hombre es
consciente cuando es capaz de discernir o hace conciencia por medio de la moral
y se ocupa de las buenas y malas cualidades. Según el autor, es mucho más
consciente cuando conoce los actos de bondad.
Pero aquí veo un problema, El acto de ser bondadoso o bueno, es un
subproducto del aprendizaje, la manipulación o el adoctrinamiento al que es
sometido el hombre en sociedad, o dicho de otra manera es el resultado de un
proceso social en el que participa el estado y un grupo de organizaciones que
dan vida a este resultado. El acto de ser consciente convierte al hombre en
responsable de sus actos, de su razonamiento y del ejerció de pensar. Según el
autor de “el hombre consciente” el hombre es un envase vacío a través del cual el
ser supremo se manifiesta. Yo digo la
sociedad también, para no pecar y no entrar en contradicción con lo
sobrenatural o divino.
Aunque las influencias del
hombre consciente en su acto de bondad es la expresión divina por medio de la
influencia de instituciones religiosas, el hombre recibe influencia, y se nutre
de otras instituciones que forman el hombre en todas sus manifestaciones,
entorno e identidad.
A través de estudios se ha
determinado la forma y estructura del cerebro, y con estos la formas como éste
recibe información para el proceso de: pensar, razonar, decidir entre lo bueno
y lo malo.
En el libro “la vida secreta
de la mente” del neurocientista Mariano Sigman, recoge varios ensayos que al
respecto se han realizados. Uno de estos estudios está el llamado “Cerebro de
Turing”. Este estudio parte de un proceso simple que intenta demostrar que el
cerebro se educa para tomar decisiones. Básicamente, el cerebro convierte la
información obtenida a través de los sentidos en datos para tomar decisiones,
el cual es guiado en este proceso, incluso hacia un resultado esperado.
El experimento señalado toma
como actores a un niño, un adulto y un mono. Este consiste en colocar en estado
de observación a los actores y visualizar una nube de puntos, las cuales se
pueden apreciar a través de una pantalla. Muchos siguen un orden caótico y
desordenado, en tanto, otros siguen una secuencia ordenada, coherente y en una
misma dirección. Como un milagro esperado los jugadores tienen a seguir la
línea de puntos que siguen una secuencia lógica y ordenada. Lo que traduce de
manera clara que el ser humano actúa, aprende, reacciona y piensa por
instrucciones que recibe el cerebro desde el medio que le rodea. Esta realidad que se expresa en la forma que
pensamos, hablamos, la manera que surgen nuestras emociones. En la manera que expresamos
los sentimientos y la forma que se define la personalidad; La encontramos en la
manera como creamos conexiones y afinidades con mundo exterior. Estas afinidades se presentan en los
deportes, la política, la religiones y preferencias que se manifiestan con
realidades con que generamos empatía o rechazos.
Por esos somos fanáticos del
equipo que más trofeos ganas, el que tiene emblemas más llamativos. De esta
manera votamos por el candidato que marca tendencia en las encuestas, por lo
novedoso, atractivo. En fin, nos colocamos a favor de la información que más se
acumula en el cerebro y a partir de esta marcamos tendencia. Aquí cabe preguntarse, el hombre es
consciente, se hace o lo hacen consciente. El problema es que un grupo de persona
que toma decisiones, incluso, decisiones que producen externalidades sobre
nosotros, que nos afectan de manera negativas o nos impacten positivamente,
conocen como funciona el cerebro. Nos
dividen, nos guían a pesar, a comprar, consumir. Estas informaciones las conocen los
políticos, mercadalógos. Psicólogos, Psicriatas, Religiosos como herramientas de
trabajo para lograr lo inimaginable.
Existen un sin número de
manifestaciones que pone en evidencia que los humanos piensan a partir de un
aprendizaje. Todos tenemos recuerdo de nuestra niñez y podemos perfectamente
establecer diferencias en expresiones de
comportamiento. Pensábamos y actuábamos diferentes, inclusos, las habilidades
de un niño de 100 o 50 años atrás son distintas a los niño y jóvenes de la
actualidad. Un ejemplo, son las redes
sociales, el manejo de esta herramienta permite que una persona con
conocimiento de esta, con el poder de la palabra puede cambiar la forma de
pesar de muchos que les siguen. La existencia de abogados constitucionalista
promoviendo constituciones llenas de sueños, políticos prometiendo, con
discursos lleno de promesas y esperanzas; representantes de minorías fomentando
derechos de 5ta generación cosas que no estaban hace 50 años en el imaginario. Por
ejemplo, el uso de palabras con un lenguaje seductor (como el concepto
inclusivo) tiene un efecto transformador en un grupo considerado de la
humanidad. Hace 50 años las mujeres no tenían el valor ni derechos que se le
reconocen hoy día, negándosele hasta el derecho a pensar y desarrollar
inteligencia. La música, la cultura, el
deporte, la política, la religión tienen el poder de incidir en la forma de
pensar y actuar. En conclusión (pienso yo) somos el resultado del mundo. Finalmente, permítanme incluir la frase de un
pensador Judío que tiene un rol importante en mi forma de pensar, ver, y
valorar a las personas cunado son capases de pensar y emitir juicios. Bajo el
tema de presuposiciones, el pensador judío Idries Shah, Se atrevió llamar la
atención sobre lo siguiente. “la gente piensa que piensa cosa, y también que
sabe cosa. Sería útil le prestar atención a la cuestión de si sabe lo que
piensa y que piensan lo que sabe.” Sobre
el particular pienso que un hombre convencido contra su voluntad siempre
mantendrá su criterio sobre lo que Piensa. Así me despido por el momento dejándolos
pensar.
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